La vida fluye y el tiempo pasa, y es inevitable que surjan conflictos que almacenas en tu interior. Pero llega un punto de inflexión, que te saturas de todos ellos y te desbordan. Mayoritariamente no eres consciente de ellos y vas reteniéndolos por esa rapidez del día a día que nos envuelve y no nos deja ni ser, ni sentir, solo avanzas.
Puedo decir que por suerte Estela se cruzó en mi camino para ayudarme a detenerme y ser consciente, echar la mirada hacia atrás contribuyendo a paliar esa carga invisible y así continuar con una vida más plena siendo más consecuente con mis propios actos y resolviendo en la medida de lo posible aquellos que te alcanzan sin esperarlo.
Ya hace unos años que pase por tu consulta y a día de hoy puedo seguir diciendo que todavía me eres de gran ayuda.
Gracias.